1. Hummus casero
Cuando hacemos falafels en casa, el hummus siempre está en la mesa: es muy fácil y unifica todo. Su sabor cremoso y ácido, gracias al limón fresco y al tahini, es el acompañamiento perfecto para unos falafels crujientes. Un chorrito de aceite de oliva y una pizca de pimentón lo hacen irresistible.