Tabla de contenido
- Receta de cupcakes de vainilla: un clásico al que volverás una y otra vez
- ¿Por qué empezar con una receta de Cupcakes de Vainilla?
- ¿Qué ingredientes hacen la diferencia?
- ¿Cómo hacer que los cupcakes queden ligeros y esponjosos?
- ¿Qué hace que la crema de mantequilla sea irresistible?
- ¿Cómo decorar cupcakes de vainilla?
- ¿Puedes hacer cambios de ingredientes?
- ¿Cómo se deben conservar los cupcakes de vainilla?
- ¿Por qué me encanta tanto esta receta?
- Saltar a Receta
Receta de cupcakes de vainilla: un clásico al que volverás una y otra vez
Hay recetas que nos reconfortan, recetas que nos sorprenden y recetas que nos acompañan toda la vida. Para mí, esta receta de cupcakes de vainilla cumple con todas las expectativas. Es una base, es sencilla y sin pretensiones, y además infinitamente adaptable, una invitación a la creatividad. Todos los pasteleros que conozco tienen una versión de esta receta guardada en su bolsillo, y con razón: los cupcakes de vainilla son atemporales.
Son el tipo de postre que puedes preparar en una tranquila tarde entre semana o hornear en grandes cantidades para una fiesta, un evento escolar o una reunión familiar. Son delicados pero satisfactorios, nostálgicos pero versátiles. ¿Y lo mejor? Con solo unos pocos ingredientes básicos de la despensa y una hora de tu tiempo, puedes tener una docena de pasteles dorados y esponjosos enfriándose en la encimera, listos para ser coronados con remolinos de crema de mantequilla.
He horneado muchos pasteles elaborados en mi vida, pero cuando vuelvo a lo básico, esta receta de cupcakes de vainilla es la que más me gusta. Déjame explicarte cómo funciona.
¿Por qué empezar con una receta de Cupcakes de Vainilla?
¿Alguna vez has notado que los cupcakes de vainilla siempre son los primeros en desaparecer en las fiestas?
Es porque son universalmente adorados. A diferencia del chocolate, el limón o el terciopelo rojo, los cupcakes de vainilla no llaman la atención con sabores intensos, simplemente brindan consuelo bocado tras bocado. La miga delicada, el toque dulce, el suave aroma a vainilla que emana del horno... es el tipo de lujo sencillo que se siente cotidiano y especial a la vez.
Para mí, un buen cupcake de vainilla siempre ha sido cuestión de equilibrio. Debe ser esponjoso sin ser seco, dulce pero no demasiado dulce, y con cuerpo pero lo suficientemente ligero como para que puedas comer dos sin arrepentirte. Eso es exactamente lo que esta receta ofrece, siempre.
¿Qué ingredientes hacen la diferencia?
Cuando aprendí a hornear, no entendía por qué los cupcakes de vainilla sabían mucho mejor en casa que en una caja comercial. Luego me di cuenta de que todo es cuestión de ingredientes.
He aquí por qué cada uno es importante:
- Mantequilla sin sal: Suave, cremosa y la base tanto de la masa de cupcakes como de la crema de mantequilla. Usarla sin sal te da control sobre el sabor.
- Azúcar glas: Su fina textura se disuelve rápidamente, dando a los cupcakes una miga tierna.
- Harina leudante: Garantiza elevación y una textura suave y aireada sin necesidad de leudado adicional.
- Sal (una pizca): Solo lo suficiente para equilibrar el dulzor y profundizar el sabor.
- Huevos: Proporciona estructura y riqueza. La temperatura ambiente es clave para una mezcla uniforme.
- Leche: Mantiene la miga húmeda y ligera.
- Extracto de vainilla (1 cucharadita en cupcakes, ¾ cucharada en crema de mantequilla): La estrella del espectáculo. No escatimes, usa vainilla de buena calidad.
- Azúcar en polvo: Tamizado para lograr una suavidad sedosa.
- Mantequilla para glaseado: Batido hasta obtener una crema de mantequilla aireada que es deliciosa sin ser pesada.
Todos estos ingredientes funcionan en armonía. Juntos, crean cupcakes dorados, esponjosos y con un sabor perfecto.
¿Cómo hacer que los cupcakes queden ligeros y esponjosos?
Todo el tiempo me preguntan esto: ¿Cómo evito que mis cupcakes se vuelvan densos?
La respuesta es la técnica. Los cupcakes no son difíciles de hacer, pero sí recompensan el cuidado. Esto es lo que hago siempre:
- Batir bien la mantequilla con el azúcar. Este paso atrapa el aire, lo que ayuda a que los cupcakes suban. No te apresures, bate hasta que la mezcla esté pálida y esponjosa.
- Añade los huevos uno a uno. Esto evita que se corte y garantiza una masa suave.
- Tamizar la harina. Suena anticuado, pero mantiene la textura ligera y evita grumos.
- Doblar suavemente. Una vez que la harina esté incorporada, resista la tentación de mezclar demasiado. Revolver demasiado elimina el aire y endurece la miga.
- Distribuya la porción uniformemente. Una cuchara para helado garantiza que los cupcakes se horneen de manera uniforme y a la misma velocidad.
Para cuando salgan del horno, deberían quedar cupcakes que recuperan su forma original al tocarlos, con sus partes superiores doradas pidiendo a gritos ser coronadas con glaseado.
¿Qué hace que la crema de mantequilla sea irresistible?
¿Podemos hablar del glaseado por un momento?
Porque un cupcake no es nada sin él. La crema de mantequilla de esta receta de cupcakes de vainilla es mi favorita: ligera, esponjosa y nada dulce. Es el acompañamiento perfecto para el tierno bizcocho que la cubre.
El secreto está en batir. Bato la mantequilla hasta que esté suave, tersa y casi blanca. Luego, añado el azúcar glas en dos etapas: primero batiendo lentamente para evitar nubes de azúcar en polvo y luego batiendo a toda velocidad hasta que todo esté ligero y esponjoso.
¿El resultado? Una crema de mantequilla que se extiende de maravilla, mantiene su forma y se derrite en la lengua. Si quieres un toque especial, puedes teñirla con colorante alimentario, añadir chocolate derretido o espolvorearla con brillantina comestible. Pero, sinceramente, incluso la vainilla natural es divina.
¿Cómo decorar cupcakes de vainilla?
Ésta es la parte divertida y donde podrás jugar.
Me gusta hacer generosos remolinos de crema de mantequilla con una boquilla de estrella y terminar con unas chispas para darle un toque brillante. Pero no hace falta ser sofisticado. Una simple porción de glaseado extendida con el dorso de una cuchara es igual de atractiva.
Algunas ideas para probar:
- Bayas frescas para un toque de acidez.
- Virutas de chocolate para un pequeño capricho
- Coco tostado para darle textura
- Chispas de temporada para días festivos o cumpleaños.
- Un chorrito de caramelo o chocolate derretido para darle un toque dramático.
Para los cumpleaños de mis hijos, los convertí en cupcakes arcoíris, los cubrí con mini chocolates e incluso hice "sundaes de cupcakes" con crema batida y cerezas por encima. Eso es lo bueno de esta receta: es un lienzo en blanco.
¿Puedes hacer cambios de ingredientes?
Una de las cosas que más me gusta de estos cupcakes de vainilla es lo indulgentes que son.
Si quieres experimentar, aquí tienes algunas opciones:
- Manteca: En caso de urgencia, cámbiala por margarina, aunque perderás algo de riqueza.
- Leche: Utilice leche de almendras, de avena o de soja para obtener una versión sin lácteos.
- Harina: La harina común más 2 cucharaditas de polvo para hornear es un excelente sustituto de la masa leudante.
- Azúcar: El azúcar moreno claro añade una sutil nota de caramelo.
- Crema de mantequilla: Prueba con glaseado de queso crema para darle un toque ácido, o crema batida para algo más ligero.
¿Creo que estos cambios son tan buenos como el original? No del todo. Pero hacen que los cupcakes sean tuyos. Y eso, al fin y al cabo, es la esencia de la repostería.
¿Cómo se deben conservar los cupcakes de vainilla?
Sé lo que estás pensando: ¿Cuánto duran?
La verdad es que en mi casa rara vez duran más de un día. Pero si te sobran, te recomiendo esto:
- Temperatura ambiente: Mantenlos en un recipiente hermético hasta por 3 días.
- Refrigerador: Guarde los cupcakes glaseados en el refrigerador si hace calor, pero déjelos que vuelvan a temperatura ambiente antes de servirlos.
- Congelador: Congela los cupcakes sin glaseado hasta por 2 meses. Solo descongélalos y decóralos cuando estén listos.
La crema de mantequilla también se puede preparar con anticipación, guardarla en el refrigerador durante una semana o en el congelador durante un mes y luego batirla nuevamente antes de usarla.
¿Por qué me encanta tanto esta receta?
Porque es confiable.
Cada vez que horneo estos cupcakes, sé exactamente lo que obtendré: un bizcocho dorado, una textura ligera y un reconfortante aroma a vainilla. Y, aun así, cada vez se siente especial.
Para mí, hornear siempre ha sido más que solo comida; es crear recuerdos. He horneado estos cupcakes con mis hijos en tardes lluviosas, los he hecho para los cumpleaños de mis amigos, e incluso he sacado una tanda del horno a altas horas de la noche solo porque tenía ganas de algo dulce.
Esta receta de cupcakes de vainilla no se trata solo de cupcakes. Se trata de alegría, conexión y el simple hecho de compartir algo casero.
Cupcakes de vainilla
Equipo
- Cajas para pasteles
Ingredientes
Para los cupcakes
- 250 Gramos Mantequilla sin sal temperatura ambiente
- 250 Gramos Azúcar glas
- 250 Gramos harina leudante
- Pellizco Sal
- 4 Medio Huevos
- 3 Cucharadas Leche
- 1 Cucharilla Extracto de vainilla
Para la crema de mantequilla
- 600 Gramos Azúcar en polvo tamizado
- 300 Gramos Mantequilla sin sal temperatura ambiente
- ¾ Cucharada Extracto de vainilla
- ¼ Cucharilla Sal
Elaboración paso a paso
Para hacer los cupcakes
- Precalentar el horno a 190°C (375°F) y forrar un molde para muffins con 12 pirotines de papel.
- En una batidora (o un tazón grande), bata la mantequilla hasta que esté suave y tersa.250 gramos de mantequilla sin sal
- Añade el azúcar y la crema juntos hasta obtener una mezcla pálida, ligera y esponjosa.250 gramos de azúcar extrafino
- Bate los huevos uno a uno, mezclando bien después de cada adición para que la masa quede suave.4 huevos medianos
- Incorpore la leche y el extracto de vainilla revolviendo hasta que estén completamente combinados.1 cucharadita de extracto de vainilla, 3 cucharadas de leche
- Tamiza la harina y la sal en el bol e incorpóralas suavemente con una espátula hasta que estén bien integradas. Ten cuidado de no mezclar demasiado.250 gramos de harina leudante, Pizca de sal
- Vierta la masa uniformemente en los moldes para cupcakes, llenando cada uno hasta ¾ de su capacidad.
- Hornee durante 18-20 minutos, o hasta que la superficie esté dorada y recupere su forma original al presionarla ligeramente. Al insertar un palillo en el centro, este debe salir limpio.
- Deje que los cupcakes se enfríen en el molde durante 5 minutos, luego transfiéralos a una rejilla para que se enfríen completamente antes de glasearlos.
Para hacer la crema de mantequilla
- En una batidora con accesorio de paleta, bata la mantequilla a velocidad media durante 3 a 4 minutos hasta que quede muy suave.300 gramos de mantequilla sin sal
- Añade la mitad del azúcar glas tamizado y mezcla lentamente al principio, luego bate hasta que quede cremoso.600 gramos de azúcar glas
- Añade el extracto de vainilla y la sal, luego mezcla gradualmente el azúcar glas restante.¾ cucharada de extracto de vainilla, ¼ Cucharadita Sal
- Batir de 3 a 4 minutos hasta obtener una mezcla ligera, esponjosa y homogénea. Si la crema de mantequilla se siente demasiado espesa, añadir 1 o 2 cucharaditas de leche.
- Vierta la mezcla en una manga pastelera y decore los cupcakes fríos con remolinos de crema de mantequilla.
Notas
- Ingredientes a temperatura ambiente: Asegúrate de que la mantequilla y los huevos estén a temperatura ambiente, esto ayuda a que todo se mezcle suavemente y haga cupcakes más livianos.
- Horneado uniforme: Utilice una cuchara para helado para distribuir la masa de manera uniforme para que todos los cupcakes se horneen a la misma velocidad.
- Consistencia del glaseado: Si la crema de mantequilla está demasiado blanda, métela en el refrigerador 10 minutos antes de usarla con la manga pastelera. ¿Demasiado espesa? Agrega un chorrito más de leche.
- Intercambios de sabores: Prueba agregar un poco de ralladura de limón, extracto de almendras o incluso chispas de chocolate a la masa para darle un toque diferente al clásico.
- Almacenamiento: Conserva los cupcakes en un recipiente hermético a temperatura ambiente hasta por 3 días, o refrigéralos si hace mucho calor. También puedes congelarlos (sin glaseado) hasta por 2 meses.
Nutrición
La vainilla puede parecer simple, pero bien horneada, es inolvidable. Estos cupcakes demuestran que no se necesitan sabores ni técnicas complicadas para hacer algo realmente especial.
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