Añade los garbanzos, el jugo de limón, el tahini, el ajo picado, el aceite de oliva, el comino molido y una pizca de sal a un procesador de alimentos o licuadora.
250 gramos de garbanzos enlatados, 60 mililitros de jugo de limón fresco, 60 mililitros de tahini, 1 diente de ajo, 30 Mililitros de aceite de oliva virgen extra, 1/2 cucharadita de comino molido, Sal
Procese los ingredientes a velocidad alta hasta que la mezcla se convierta en una pasta espesa y granulada.
Añade agua fría, una cucharada a la vez, y mezcla después de cada adición. Deja de mezclar cuando el hummus alcance la consistencia cremosa deseada.
45 mililitros de agua fría
Pruebe el hummus y ajuste el condimento, agregando más sal, jugo de limón o comino según sea necesario.
Pasa el hummus a un bol para servir, rocíalo con un poco más de aceite de oliva y espolvorea con una pizca de pimentón. Sirve inmediatamente con verduras frescas, pan pita o galletas.
Pimentón molido
Notas
Consejos y trucos
Textura suave: Para obtener un hummus extra suave, retira la piel de los garbanzos antes de mezclarlos. Es un poco tedioso, ¡pero el resultado vale la pena!
Tahini casero: Si tienes tiempo, intenta preparar tu propio tahini: aporta un sabor fresco a nuez.
Almacenamiento: Guarde las sobras en un recipiente hermético en el refrigerador durante un máximo de 5 días. Revuelva bien antes de servir.
Aderezos creativos: Decore con perejil picado, piñones tostados o una pizca de za'atar para darle más estilo y sabor.